Por: Marcelo Rafael Ricciardulli

Como todos los años en esta época, acaba de iniciarse la temporada de embarques de caballos de polo desde Argentina hacia Europa (un tanto demorada por efectos de la pandemia por todos conocida), donde los distintos equipos locales competirán al más alto nivel mundial. El primer torneo oficial de la temporada, a realizarse en el Reino Unido, debió comenzar el día de hoy. Sin embargo, debido a una desinteligencia entre las autoridades sanitarias de ese país y la Hurlingham Polo Association (HPA, la federación británica de este deporte), el comienzo de ese torneo quedo suspendido hasta nuevo aviso.

La logística para el transporte internacional de caballos es una operación muy compleja, debiendo ser llevada a cabo por empresas y personas altamente especializadas. Muy distinto al embarque de carga general o, incluso, de otros tipos de animales vivos.

La naturaleza de estos envíos es diversa, pero podemos identificar dos tipos de operaciones como las más habituales.

  1. Operaciones comerciales, que involucran a uno o varios caballos que son vendidos al exterior.
  2. Caballos que son enviados para eventos deportivos específicos.

En el primer caso podemos mencionar a caballos que son vendidos a, por ejemplo, fuerzas de seguridad de otros países, a compradores para uso recreativo, a clubes, para reproducción, etc. En este caso, lo mas común es que el comprador del exterior viaje al país de origen para seleccionar personalmente a los caballos, y luego deje toda la logística en manos del exportador o broker local.

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En el segundo grupo incluimos a caballos pertenecientes a deportistas locales que viajan para participar en eventos internacionales (salto, carrera, polo, etc) y a caballos pertenecientes a competidores del exterior que vienen para participar en competencias locales y luego regresan con sus caballos al país de origen.

La coordinación de un embarque de caballos comienza muchos días antes del vuelo propiamente dicho. Estos deben ser seleccionados, apartados de otros (cuarentena en origen) y, recién entonces, se realiza el denominado “sangrado”. Este es un aspecto muy importante y crucial, el cual consiste en la toma de muestras de sangre para su respectivo análisis y detección de posibles patologías (o no). Dependiendo del país de origen, tránsito y destino, se aplican estrictos protocolos sanitarios y de cuarentena que, de no realizarse con el profesionalismo requerido, podrían hacer que los caballos no pasen el control y que la operación no se realice.

Esta logística no implica solo el transporte aéreo de caballos, sino también el transporte terrestre hasta el aeropuerto de origen y desde el aeropuerto de destino, el viaje de los jugadores, la coordinación del viaje de los cuidadores o “petiseros”, veterinarios y todo el equipo necesario para la realización de la actividad a desarrollar (monturas, botas, tacos y demás enseres).

Establos con caballos a la espera de ser cargados

Una vez que las etapas de seleccionado, apartado, sangrado y transporte al aeropuerto de origen se realizan en forma exitosa, comienza la operativa aeroportuaria propiamente dicha (previa reserva y coordinación con el medio de transporte seleccionado). En esta intervienen dos organismos claves: La Aduana local y la autoridad sanitaria. Estos dos organismos verifican todos los aspectos formales de la exportación y realizan una verificación física y visual de los caballos, así como de su documentación aduanera y sanitaria. Si todo esta bien, entonces los funcionarios de ambos organismos autorizan el proceso de embarque. Este es otro momento crítico, para el que se requiere de la coordinación y supervisión de profesionales altamente capacitadas y experimentados (hacemos mucho énfasis en esto), desde el exportador, los acompañantes que conocen personalmente a cada caballo y su comportamiento, pasando por el agente de cargas, el personal del depósito fiscal o almacén, el personal de la línea aérea y la empresa de “ramp handling”.

Este proceso operativo consta de cinco etapas bien definidas, y cada una de ellas somete a los animales a distintas cargas de estrés:

  1. Descarga del camión
  2. Ingreso a los establos aéreos (stalls)
  3. Almacenamiento en el deposito
  4. Transporte del deposito al pie del avión
  5. Carga de los stalls con los caballos en la cabina principal del avión (dadas las dimensiones y el tipo de carga, es excluyente la utilización de aviones cargueros)

Desde principios de junio, varios embarques se han llevado a cabo desde el aeropuerto de Ezeiza, en Argentina, hacia Europa. Sin intención de redundar en el concepto, quiero enfatizar en la necesidad de contratar profesionales serios y especializados en este tipo de logística. Existen en el mercado muchos improvisados convencidos de que este tipo de carga es fácil de realizar. Normalmente, los valores involucrados en estas operaciones es muy alto. Un caballo de salto o de carrera podría tener un valor de varios millones de US$ y, justamente por esta razón, no se deben escatimar recursos para contratar a los mejores profesionales en la materia. De esto depende el éxito o fracaso de una operación, incluyendo la integridad física de los equinos.

Air Cargo Latin America

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