Por Marcelo Rafael Ricciardulli
Para los románticos de la aviación, hoy 14 de octubre no es un día más. Hoy es el día en el que formalmente deja de operar Alitalia como línea de bandera italiana. A pesar de sus prolongadas crisis, esta emblemática aerolínea formó parte de la industria aerocomercial por 75 años, y hoy llegó el momento de decir “arrivederci”. Seguramente algunas emociones se moverán dentro de cada uno de nosotros, tal como sucedió cuando se nos fueron PANAM, VARIG y tantas otras aerolíneas que tuvieron un rol protagónico en la evolución de la aviación comercial.
Sin embargo, por un tiempo mas se podrán ver aviones con la livrea de Alitalia surcando los cielos, ya que el pasado 11 de octubre los comisionados Gabriele Fava, Giuseppe Leo grande y Daniele Santosuosso llegaron a un acuerdo para que ITA, la nueva aerolínea estatal italiana, se quede con la marca Alitalia.
Para ser sinceros, esto no me toma por sorpresa. Era lógico suponer que semejante activo (la marca) sería heredado por ITA. No solo para aprovechar el posicionamiento logrado por Alitalia a lo largo de su historia, sino porque el encarar un cambio de pintura en los aviones (ITA usará el mismo logo y colores), crear y confeccionar los nuevos uniformes y cambiar la imagen corporativa en todos los aeropuertos del mundo, implicaría una inversión millonaria que el Estado italiano no estaría dispuesto a realizar, al menos en esta etapa inicial de la nueva empresa.
El usuario común se preguntará… ¿pero entonces, que cambio? En mi opinión, sucedió lo que debió suceder en 2017, cuando la empresa Etihad Airways (controladora de Alitalia en esa época) propuso un plan para salvar a Alitalia, el cual contemplaba una drástica reducción de personal, de rutas, de flota asi como el desprendimiento de algunas unidades de negocio que no estaban siendo rentables. En definitiva, lo mismo que terminó ocurriendo ahora con ITA, pero 4 años más tarde.
Si tanto los sindicatos como el Estado italiano, mediante los comisarios administradores que gestionaron Alitalia desde el 2 de mayo de 2017, hubiesen realizado la restructuración en aquel momento, muy necesaria para la supervivencia de Alitalia, tal vez hoy no estaríamos siendo testigos del hundimiento de la compañía. Algunos analistas incrédulos podrían pensar que el dejar morir Alitalia y crear ITA fue una maniobra para llevar a cabo aquella restructuración, pero con un viso de aparente formalidad para cumplir con las exigencias de Bruselas. No voy a emitir juicio de valor al respecto. Dejaré que cada lector saque sus propias conclusiones.
Asi es pues, hoy dejará de volar Alitalia (AZ1586 Cagliari-Roma), y a partir del viernes 15 de octubre, con un vuelo entre Milán-Linate y Bari, comenzará a volar ITA Airways (aún con livrea de Alitalia)
Otra similitud entre ambas es que, tal como sucedió por muchos años con Alitalia, el Estado italiano materializará esta semana un aporte de 700 millones de euros para que la nueva ITA comience a funcionar, solo que ahora Bruselas estará mas tranquila, ya que tiene asumido el hecho de que ahora ITA sí es una empresa estatal, y ahora sí ve con ojos complacientes que es Estado italiano continúe subsidiando la conectividad soberana del país.
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