El 16 de agosto pasado se produjo una disrupción en el suministro eléctrico de la refinería de combustible de aviación ubicado en Cartagena, lo que encendió todas las alarmas en los aeropuertos de Colombia.
Los principales aeropuertos afectados por el agotamiento del fluido Jet A1 fueron Bucaramanga, Leticia y Montería, mientras que en El Dorado, principal aeropuerto de Bogotá, se vivieron momentos de angustia debido a la caída de los niveles del combustible a un nivel crítico.
El pasado 21 de agosto, la petrolera Ecopetrol informó que el fallo eléctrico mencionado reduciría el abastecimiento de Jet A1 en un -8%. Sin embargo, proyecciones recientes han reducido este déficit al -5%.
ALTA (Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo) ha resaltado la urgencia de abordar esta crisis en Colombia como un asunto de Estado. Representando a 170 empresas del ecosistema de la aviación civil en la región, ALTA advierte sobre el posible impacto de esta situación en la conectividad y la economía del país.
Aemás, ALTA enfatiza la necesidad de garantizar un suministro equitativo de combustible para todos los operadores, ya sea a través de distribuidores directos o intermediarios, y de compartir información de inventarios para evitar desabastecimientos. La asociación subraya que, dado el riesgo actual, la cooperación entre los proveedores es esencial.
Ante esta situación indeseada, algunas empresas han implementado iniciativas para minimizar el impacto a sus organizaciones. Tal es el caso de LATAM Airlines Colombia, que ha implementado un plan de contingencia para gestionar el consumo de combustible y garantizar el cumplimiento de sus horarios.
Estas medidas incluyen la carga adicional de combustible en los vuelos internacionales que salen de Colombia, el ajuste de procesos operativos y el monitoreo constante del consumo de combustible en cada aeropuerto del país.
Por su parte, IATA (en representación de la industria aerocomercial), colabora con el Ministerio de Minas y Energía, Aerocivil, la Superintendencia de Transporte y Ecopetrol para hacer un seguimiento de la situación y definir acciones que atenúen la crisis hasta que llegue el combustible importado. Ecopetrol ha importado 100.000 barriles de Jet A1, cuya llegada se espera entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre.
Air Cargo Latin America