Foto: TAV

Ubicada en dos continentes, Estambul fue por siglos el puente entre Europa y Asia. Un rol que pretende seguir desempeñando en los próximos años, aunque no bajo la mirada del aquel Imperio Otomano, sino que a través de la gestión de sus aeropuertos y de Turkish Airlines, la principal compañía aérea turca.

Según datos de OAG, en 2014 el aeropuerto Atatürk registró una oferta de asientos de 70 millones  con 255 rutas hacia 95 países. Las cifras ubican al principal aeropuerto de la ciudad -y de Turquía-, por debajo de Dubái, líder indiscutido entre los grandes hub del Medio Oriente con alrededor de 80 millones de asientos ofrecidos en 2014, y muy superior a Doha (30 millones) y Abu Dhabi (20 millones).

La ubicación geográfica de la ciudad, el modelo desarrollado por Turkish Airlines y Star Alliance, más la propia gestión del aeropuerto para posicionarse como un hub eficiente a pesar de la limitante infraestructura, se encuentran entre las variables que explican el rápido posicionamiento del aeropuerto a nivel mundial. A esto, se agrega el crecimiento económico registrado por Turquía durante los últimos años.

Ostentando una posición envidiable geográficamente, Atatürk entrega beneficios a las líneas aéreas que allí operan. Por ejemplo, su ubicación permite que las líneas aéreas puedan operar a casi todas las capitales y ciudades principales, en Europa (Rusia incluida), Medio Oriente e India y hasta África Central, con sus aviones de corto alcance del tipo Airbus A320 o Boeing 737, generando eficiencias al maximizar el uso de su flota en vuelos de corta como media distancia. El caso de Turkish Airlines por ejemplo, es el más evidente. La compañía utiliza por ejemplo sus B737NG en rutas de europeas de no más de tres horas y en vuelos de hasta siete u ocho horas de duración como Estambul – Dar El Salaam en Tanzania.

De acuerdo con OAG, la operación de Turkish Airlines representa el 75% del total de la capacidad de asientos de Atatürk y 78%, si se considera el total de la oferta de Star Alliance en ese aeropuerto. Según datos de la aerolínea, en 2014 se incrementó la capacidad con más frecuencias y destinos, lo que se tradujo en un aumento en el número de pasajeros de 48,3 millones en 2013 a 55,6 millones en 2014. A septiembre del año pasado, operaba 217 ciudades internacionales y 43 destinos domésticos, red que continuará creciendo con vuelos a Atlanta, Bogotá, Caracas, Ciudad de México y La Habana en América; Abuja, Aswan, Bamako, Luxor, en África; Bari, La Coruña, Nantes en Europa; Abha, Ahwaz en Medio Oriente; o Manila en Asia, entre muchas otras ciudades en el corto plazo.

Turkish Airlines es uno de los más fieles representantes del modelo hub, junto con Emirates, Qatar Airways o COPA Airlines. Ser un punto de conexión entre oriente y occidente fue el mecanismo escogido para posicionarse de manera global y competir en un escenario altamente desafiante, especialmente por sus vecinos cercanos. Su modelo ha servido de inspiración para otras compañías que buscan seguir su camino, como por ejemplo Egyptair. A pesar de su cobertura, Turkish Airlines maximiza su participación en Star Alliance con alianzas en distintas regiones que contribuyen a incrementar la conectividad y transportar más pasajero, alimentando el hub y dándole un valor agregado.

La gestión del propio aeropuerto también es un factor que ha contribuido en su posicionamiento. Sin una adecuada coordinación, las aerolíneas que allí operan no podrían disponer de las herramientas para desarrollar su modelo de negocios. TAV, la empresa que administra el terminal aéreo, sabe de lo que tiene y busca explotarlo adecuadamente con una política clara de negocio, que tiene al pasajero como un cliente como prioridad ante todo. Esto, sumado a la oferta de las líneas aéreas, convierte a Atatürk en un aeropuerto preferido por los usuarios. Según OAG, el aeropuerto registró 1,9 millón de pasajeros en conexión durante agosto, de los cuales 43% lo hacían entre ciudades europeas, 21% para vuelos Europa – Medio Oriente, 16% en rutas Europa – Asia, y 8% para Europa – África. A nivel doméstico, un 20% de pasajeros prefiere viajar a otro destino de Turquía vía Atatürk.

Con el crecimiento anunciado de la red de Turkish Airlines y el incremento de operaciones de otras líneas aéreas que vuelan a Estambul o que llegarán a esta ciudad, el aeropuerto verá durante este año un aumento importante en el número de pasajeros transportados. Esta situación generará más desafíos para la gestión del terminal, ya que deberá manejar una mayor cantidad de personas y más aviones entrando y saliendo, con la misma infraestructura que al día de hoy, no permite ampliaciones por la cercanía de la ciudad.

La diversificación de operaciones de algunas líneas aéreas hacia Sabiha Gocken, el segundo aeropuerto de la ciudad, entrega un ligero alivio inmediato pero sin disminuir la situación para los próximos años.

Para dar solución al problema aeroportuario de Estambul, Turquía está construyendo un nuevo aeropuerto en esta ciudad, denominado Istambul Grand Airport (IGA). Será inaugurado en 2017 o 2018 y contará tres pistas paralelas (más otras tres proyectadas). Su terminal será funcional para las conexiones, con una capacidad para mover a 90 millones de pasajeros anuales. En los terrenos donde estará emplazado (a 35 kilómetros al norte de Estambul), tendrá espacios para futuras ampliaciones que permitirán ir aumentando la capacidad hasta los 150 millones de pasajeros, asegurando proyectando a la ciudad como el puente entre Oriente y Occidente.

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