Fuente: ALTA
Paraguay, Panamá y Brasil son los únicos países de América Latina y el Caribe donde actualmente existen proyectos para la producción de Combustible de Aviación Sustentable (SAF), el insumo que permitirá a la industria de la aviación alcanzar en gran medida la meta de cero emisiones netas para 2050, compartió José Ricardo Botelho, Director Ejecutivo y CEO de ALTA, durante la Reunión de Directores Generales de Aviación Civil, organizada por la Oficina Regional Sudamericana de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Durante su presentación, Botelho abordó dos grandes desafíos: primero, la urgencia de aumentar la disponibilidad de SAF, ya que la industria mundial requerirá una producción anual de 449 mil millones de litros para abastecerse en 2050. En segundo lugar, los altos precios de adquisición, al 20 de marzo. de 2023, el SAF era 2,3 veces más caro que el combustible normal, según datos de S&P Global Commodity Insights.
“Ambos desafíos se pueden enfrentar con producción local”, comentó el CEO de ALTA, quien reiteró que ALC tiene el potencial de producir suficiente SAF para la descarbonización de la aviación en las Américas. “América Latina y el Caribe cuenta con la mayor cantidad de materia prima para producir SAF en el mundo. Es una posición privilegiada que podemos aprovechar y, así, no solo poner a disposición el insumo que permitirá la descarbonización del transporte aéreo, sino también generar millones de empleos que brinden bienestar socioeconómico a la población”.
Para lograr ese objetivo es fundamental el trabajo articulado entre industria, productores y gobierno.
“El apoyo del gobierno es crucial en este momento. La seguridad jurídica es la piedra angular para atraer inversiones de largo plazo. Por otro lado, los incentivos económicos estimulan la producción y el consumo de SAF y, de igual forma, generan más investigación y desarrollo (I+D) en la oferta cadena de este tipo de combustibles, este conjunto de medidas desencadena avances y promueve la producción a gran escala, lo que se traduce en menores precios unitarios para el SAF, si la región no se convierte en productora se consolidará como exportadora de materias primas que luego importa el SAF para su uso», agregó.
Un marco legal inteligente y acorde con las necesidades del mercado regional podría cambiar las reglas del juego y la historia de América Latina y el Caribe, región que actualmente figura como una importante exportadora de materias primas para la producción de este combustible.
“Es un momento crítico para cambiar las reglas del juego, es momento de que los gobiernos y la industria trabajen juntos. Por ello, felicitamos a la oficina SAM de la OACI por impulsar estos espacios de discusión y trabajo colaborativo. Estoy convencido de que América Latina y el Caribe puede alcanzar su gran potencial, sin costos adicionales que perjudiquen a una industria ya muy golpeada por la pandemia. SAF será una gran fuente de empleo y bienestar para la región, al mismo tiempo que hará sostenible el transporte aéreo”, afirmó Botelho.
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