Commercial Aircraft Corporation of China (COMAC, por sus siglas en inglés) ha presentado al nuevo C919, el nuevo avión de pasajeros de la República Popular China con el cual asegurar poder disputar mercado a los tradicionales competidores de occidente como Airbus o Boeing.
El C919 se estrena al mundo como un avión altamente eficiente, confortablemente y amigable con el medioambiente, cualidades que son casi comunes en cada presentación que cada fabricante realiza. Está concebido para operaciones de corto alcance con capacidad para 158 en dos clases de servicios o de hasta 174 en alta densidad. Su alcance varía entre los 4.075 km. y los 5.555 km., dependiendo de la versión que escoja el operador.
Por sus prestaciones, el avión está llamado a competir con los nuevos aviones regionales de alta capacidad como un Bombardier CSeries o los más tradicionales Airbus A320 o Boeing 737. El programa fue lanzado en 2008, año desde el cual la industria china ha podido incorporar nuevas tecnologías en aspectos operacionales además de sumarse a las nuevas tendencias referidas a la experiencia de viaje y confortabilidad a bordo de los aviones. Para tal propósito, el C919 incorpora un fuselaje de materiales compuestos de aluminio y litio, un diseño integrado de la cabina y de los motores, control avanzado de vuelo, entre otros aspectos que el fabricante chino asegura ser similares a los estándares globales de la industria.
Con el fin de reafirmar ese concepto y conseguir una penetración más allá de China, COMAC cuanta a Safran como socia del programa C919 en el tema de motores, especialmente si el cliente escoge el CFM LEAP1C para la planta motriz. Además, el fabricante ofrece un motor local construido por la propia Comac (CJ-1000A) como alternativa.
El roll out de la primera aeronave se realizó con toda la pompa ceremonial, no sólo por tratarse de un nuevo avión sino por ser el reflejo de un poderío industrial a nivel país que muestra al mundo que China es capaz de competir con Occidente. La asistencia de máximas autoridades chinas al evento realizado en la planta de Pudong, en las cercanías a Shanghái, intentan mostrar esa intención.
Pese a las apuestas en el programa, probablemente sea esa la principal contribución de la aeronave si se considera que conceptos como la homogeneidad, eficiencia y gestión resultan inseparables en la aviación de hoy y del futuro, que se incrementan aún más, cuando fabricantes de occidente poseen la ventaja de mercado, mayor confiabilidad y experiencia.
COMAC asegura que posee 21 clientes a nivel global entre chinos y aerolíneas extranjeras para un total de 517 pedidos del C919. Independiente de lo anterior, esta nueva alternativa de aeronave podría complicar algunos planes en el mercado local chino de otros fabricantes de occidente, opacando así a algunos pedidos que estos esperan conseguir.
En total se utilizarán ocho aparatos del C919 para realizar las pruebas correspondientes de sistemas, estructura y de vuelo, antes de su certificación. Se espera que la aeronave realice su primer vuelo en el transcurso de 2016, aunque no se descarta que el programa pueda sufrir retrasos. En ese sentido, China prefiere ser cauta y retrasar los tiempos hasta que su producto esté bien posicionado para competir y aspirar a un lugar en el mercado. De no existir retrasos, el C919 podría volar comercialmente hacia 2019 o 2020.