Por: Marcelo Ricciardulli

Una de las principales problemáticas que enfrentan los aeropuertos con alto volumen de actividad, tanto de pasajeros como de cargas, es la saturación de sus instalaciones, infraestructura y de su capacidad operativa. Esto motiva que las autoridades evalúen distintas opciones para enfrentar este gran desafío, ya que independientemente del camino a tomar (la expansión de las instalaciones actuales o trasladar su operación a otra locación), esto involucra una gran inversión de recursos de todo tipo, principalmente financieros.

Este fue el caso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). La creciente actividad de esta terminal aérea alertó a las autoridades acerca del problema inminente, por lo que el gobierno del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) inauguró otro aeropuerto para descongestionar el AICM.

Fue así como la Base Aérea Militar de Santa Lucía, ubicada en Zumpango, Estado de México, y a tan solo 45 km del AICM, se transformó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) para ser, junto al AICM y al Aeropuerto Internacional de Toluca, parte de una red aeroportuaria integral de la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Esta nueva obra enfrentó varias controversias, desde acusaciones de corrupción y de oportunismo político, hasta cuestionamientos por parte de las aerolíneas por considerarlo impracticable. Sin embargo, el AIFA ya es una realidad y el Poder Ejecutivo esta decidido a que cumpla el objetivo para el cual fue concebido. Dentro de las medidas adoptadas, el presidente López Obrador emitió un decreto que entró en vigor a partir del 3 de febrero pasado, dando un plazo de 108 días para que las operaciones cargueras nacionales e internacionales se trasladen a otros aeropuertos.

Es así que las compañías cargueras tienen que analizar y decidir qué aeropuertos les conviene más. Las opciones que estas tienen en la región son el Aeropuerto de Puebla (PBC), Querétaro (QRO), Toluca (TLC), Cuernavaca (CVJ) y el AIFA.

La actividad de cargas aéreas ocupa tanto aviones cargueros puros (full freighters) como aviones de pasajeros, los que transportan carga en sus compartimientos inferiores (bellies). Al tener que desdoblar sus operaciones en dos aeropuertos (pasajero en el AICM y cargueros en el AIFA), el principal cuestionamiento de las aerolíneas fue que muchas de ellas deberían duplicar sus estructuras, con el consiguiente incremento en sus costos e instalaciones.

Sin embargo, ante la inflexibilidad del decreto, los operadores aéreos, en mayor o menor medida, están analizando los pasos a tomar para cumplir con la norma. Es así como el grupo franco-holandés Air France-KLM-Martinair Cargo anunció que, tras una serie de análisis y reuniones con el Gobierno Federal, decidió trasladar sus operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Guillaume Marsoin director para México de AFKLMP Cargo, indicó que sus vuelos en el AIFA iniciarán el próximo mes de julio, siempre y cuando existan las condiciones operativas y legales, apegadas a la reglamentación internacional aplicable, y agregó: “Trabajamos con las autoridades y los actores del aeropuerto para asegurar una transición exitosa de nuestros vuelos cargueros entre AICM y AIFA para el beneficio de nuestros clientes”

Air Cargo Latin America

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