Foto: Airliners Net
Aeroméxico apuesta al crecimiento del mercado de pasajeros hacia finales de 2021, para lo cual ha implementado un plan de expansión de su flota. Según un comunicado de la aerolínea de bandera mexicana, estará incorporando veinticuatro Boeing 737-8/B737-9 MAX y cuatro Boeing 787-9 Dreamliner. Los primeros nueve aviones estarían operando a partir del verano próximo y el resto llegará en el segundo semestre del 2021 y durante el 2022.
Los B737 MAX permiten un ahorro de combustible de hasta 14%, reducciones de 15% en emisiones de CO2 y hasta 40% en huella sonora, en comparación con aeronaves de anteriores generaciones. Por su parte, el Boeing 787 Dreamliner permite un ahorro de hasta 23% en el consumo de combustible y de 25% en emisiones de Co2.
Pero este acuerdo no concluye con la incorporación de estas modernas y eficientes aeronaves. Aeroméxico también contó con la participación de otros proveedores, además de Boeing, y entidades financieras, lo que aportará un sustancial beneficio para la compañía. Gracias a estos acuerdos, la aerolínea logró reducir el costo de leasing de otras 18 aeronaves, a la vez que obtuvo una fuerte reducción en los contratos de mantenimiento a largo plazo. En su conjunto, estos beneficios (estimados en US$ 2.000 millones) mejoran el perfil financiero de Aeroméxico, posicionándola muy bien para su transformación de cara al futuro.
Sin embargo, el mismo está sujeto a la aprobación de la Corte de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, en el marco del proceso voluntario de reestructura financiera de Aeroméxico bajo el Capítulo 11.
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