El CEO de Delta Airlines, Ed Bastian, informo a los empleados de la aerolínea que continúa dando los pasos necesarios para mitigar los efectos nefastos producidos por la caída en el transporte de pasajeros sin precedentes. “El principal objetivo de la aerolínea en el corto plazo es proteger la integridad financiera (cash), los puestos de trabajo y, en definitiva, el futuro de Delta”, indico el ejecutivo.
Hacia fines de 2020 esperan reducir la quema de cash a cero, y para ello la aerolínea está planificando una red de vuelos (network) y flota más reducida durante los próximos dos a tres años. En este sentido, la herramienta que implementara Delta es el pase a retiro de sus aviones más antiguos y modernizar la flota. Ya comenzó con el retiro de los MD-88 y MD-90 y, dado que estiman que la demanda de pasajeros tendrá una recuperación muy lenta, también discontinuará permanentemente los 18 Boeing 777 hacia fines de 2020.
Para los vuelos intercontinentales Delta utilizara los Airbus 300 y 350-900, los cuales son mas eficientes en el consumo de combustible y en el costo operativo.
Desde lo emocional, el retiro de los 777 genera un sentimiento movilizador, ya que gracias a ellos Delta ha podido desarrollar nuevos mercados internacionales y transformarse realmente en una aerolínea global.
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