Por: Rubén Abrego Montes – Digital Content Strategist en SafeLink –Fuente: IATA
Ante el viento en contra y las constantes problemáticas que las aerolíneas tanto de carga como de pasajeros registraron en los últimos años, parece ser que la
situación de la carga aérea ha logrado estabilizarse en el último año, lo que son más que buenas noticias en un sector que ha sido fuertemente golpeado y afectado.
Y es que, de acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), en América Latina y el Caribe las líneas aéreas registraron un crecimiento importante en el volumen de carga movilizada durante el mes de enero, teniendo un crecimiento del 4,6% respecto a los niveles de carga trasladados en el mismo periodo del año anterior.
Adicionalmente, respecto al mes de diciembre también hubo un incremento, siendo Latinoamérica y la región Caribe, según datos de la IATA, la zona geográfica con el desempeño más consistente a nivel mundial en el primer mes de 2023, por encima de los volúmenes de carga movilizados por aerolíneas que operan en la Unión Europea y Norteamérica.
De acuerdo con informes de la IATA, lo anterior se debe principalmente a un incremento en la capacidad de carga de 34,4% interanual y al aumento en el traslado de mercancías desde naciones sudamericanas como Ecuador y Colombia.
Por otro lado, la IATA informó que el crecimiento registrado también corresponde a que diversas aerolíneas han decidido transformar parte de sus aviones comerciales de pasajeros a aeronaves de carga. Esto compete a una estrategia de adaptación de las compañías aéreas.
A pesar de ser la región que más ha destacado en el rubro de movilización en la carga aérea al tener el mejor desempeño global, Latinoamérica mantiene la segunda cuota mundial de mercado más baja con apenas un 2,7% del total, posicionándose solo por delante del mercado de carga aérea en África, que corresponde al 2%.
Willie Walsh, director general de la IATA, mencionó: ”Con el descenso del 14,9% de la demanda de carga en enero y el aumento del 3,9% de la capacidad, 2023 arrancó en un contexto empresarial desafiante. A ello se sumó la persistente incertidumbre por la guerra en Ucrania, la inflación y la escasez de mano de obra”.
Ante el escenario mundial que Walsh proyecta, es sobresaliente que América Latina no solo se sobreponga a los desafíos permanentes, sino que, frente a ellos, pueda obtener un crecimiento importante en medio de la desaceleración económica global.
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